Convierte lectores en clientes fieles: La estrategia de marketing conversacional que nadie te enseña
Lo intenté todo (hasta vender aspiradoras). Nada funcionó... hasta que entendí esto
Aunque ahora no lo creas, lo mío no eran las ventas ni los funnels agresivos ni los lanzamientos.
Y eso que en mi vida he vendido de todo. Literal. Recuerdo que mientras estudiaba la carrera trabajé un par de fines de semana en un centro comercial ofreciendo tarjetas de crédito. Tenía que parar a la gente en mitad del pasillo con mi mejor sonrisa. Resultado: no conseguía convencer ni a dos personas al día. Me echaron. No llegué ni al mes.
Una joyita de vendedora, vaya.
También probé suerte vendiendo Avon. Iba con el catálogo a todas partes. Algunas de mis amigas me compraban… pero más por pena que por necesidad. Aquello no me daba ni para la compra del mes. Tampoco duré mucho.
Lo intenté también con las aspiradoras. Sí, de esas empresas que te mandan puerta por puerta a aspirar colchones ajenos como si fuera lo más normal del mundo. En tres meses no vendí ni una. Y eso que me dejaba la espalda en cada demo. Creo que ahí fue donde oficialmente terminó mi carrera como comercial… y empezó mi relación tóxica con las ventas.
Comprenderás que con esta premisa cuando lancé mi primer libro, lo último que me planteaba era venderlo.
Yo era de las que pensaba que con escribir un buen libro bastaba.
Pero nada más lejos de la realidad.
A punto estuve de tirar la toalla, pero fue entonces cuando hablando con otros profesionales comprendí que lo primero que tenía que cambiar era mi concepto de venta.
No escribo para vender, escribo para ayudar e inspirar y vendo porque ayudo e inspiro a esas personas.
Cuando cambias los conceptos todo se recoloca.
Un libro bien escrito, con unas bases sólidas y una buena estructura, con alma, con foco… no es un final feliz. Es un manifiesto. Es el primer «sí» de muchos que vendrán después.
Pero no pienses que escribir con propósito, con estrategia emocional y con una voz auténtica que no pide permiso basta.
Es una primera puerta que abres. Una excusa elegante para empezar conversaciones reales, de las que suman. Porque es ahí —cuando escuchas, interactúas y construyes comunidad— donde sucede la magia de verdad.
Y si a esa magia le sumas estrategia y unas nociones decentes de ventas, lo que antes era solo un hobby caro... empieza a parecerse mucho a un negocio rentable.
Y de eso es de lo que quiero hablarte hoy.
En esta pieza vas a descubrir:
Por qué tu libro y tu contenido puede ser tu mejor estrategia de marketing (incluso si aún no lo has escrito).
Cómo usar tu contenido para generar conversaciones con personas interesadas (y convertirlas en clientes sin sentirte una vendedora de enciclopedias).
Las 3 claves invisibles que separan un libro que se posiciona entre los más vendidos de uno que pasa completamente desapercibido.
Y el paso a paso para diseñar una estrategia de contenido que no te agote, sino que construya comunidad y ventas sostenibles.
Te adelanto que esta pieza no es para quienes busca un pelotazo de visibilidad.
Es para quienes quieren construir algo sólido, humano y rentable.
Lo que viene a continuación te dará las claves exactas para usar tu contenido como un imán de conversaciones que generan ventas… sin necesidad de vender.
Pero antes de contártelo, necesito advertirte de algo muy importante que puede estar saboteando tu éxito sin que te des cuenta…
Sigue leyendo, porque lo que estás a punto de descubrir puede cambiar completamente tu manera de relacionarte con tu comunidad.